Terapia en organizaciones

      El ambiente en el que se realice la terapia también es crucial. Un espacio sin distracciones, donde el niño se sienta cómodo y seguro, facilitará la comunicación y permitirá que el pequeño se exprese con mayor libertad. También se recomienda que los padres o cuidadores estén disponibles para brindar apoyo, especialmente en las primeras sesiones, aunque no deben interrumpir la dinámica terapéutica.

      La duración de las sesiones puede variar según la edad del paciente: para los niños más pequeños, las sesiones suelen ser de 30 a 45 minutos. Los terapeutas que trabajan con niños emplean diversas estrategias para mantener el interés y la participación del paciente. En el entorno online, esto puede incluir el uso de juegos interactivos, dibujos, videos y otros recursos multimedia. La terapia jugar, por ejemplo, es una técnica efectiva donde se utilizan juegos para abordar temas importantes en un entorno seguro y divertido. Además, los terapeutas pueden recurrir a herramientas de colaboración en línea, como pizarras digitales, para ayudar a los niños a expresar sus pensamientos y sentimientos de una manera visual. Esto no solo facilita la comunicación, sino que también permite al terapeuta observar la dinámica del niño a través de su interacción con las herramientas.

    La participación de los padres en la terapia infantil es fundamental. En la modalidad en línea, los cuidadores pueden ser invitados a unirse a algunas sesiones, especialmente al inicio del tratamiento. Su presencia permite que el terapeuta explique el enfoque terapéutico y establezca una comunicación clara sobre los objetivos del tratamiento.

     Los padres pueden recibir orientación sobre cómo apoyar a su hijo fuera de las sesiones. Esto puede incluir sugerencias de actividades que fomenten la expresión emocional y estrategias de manejo del comportamiento. También es importante que los padres se sientan cómodos compartiendo sus propias preocupaciones y experiencias para que el terapeuta pueda ofrecer un enfoque más integral.

     Aplicamos tratamientos con avanzadas técnicas que intervienen de un modo integral en los problemas de los menores, para lograr que obtengan una positiva relación con su entorno familiar, escolar y social. En el desarrollo normal de nuestros hijos pueden aparecer ciertas dificultades, que si se les atiende de manera temprana son decisivos en la prevención de desórdenes emocionales, incluso trastornos psicológicos, en la edad adulta.